¿Cansadas de largos pasos de desmaquillado y de usar mil productos que no terminan de funcionar del todo? Seguro que no soy la única a la que después de un día duro y de llevar maquillada catorce horas, lo que menos le apetece es entrar en un largo ritual de limpieza con un producto para cada cosa.
Al final acababas tirando de las toallitas desmaquillantes o recurriendo directamente al gel de mano y al agua para acabar de un plumazo con el maquillaje.
No sé a vosotras pero a mi siempre me pareció tedioso y muy cansado los tres pasos en el desmaquillado y limpieza de la piel que nos vendían como imprescindibles las grandes marcas de cosmética. No era raro en mí que saltara de la leche limpiadora a la crema directamente o que tras una larga noche de tacón en ristre, pasara del agua y el jabón directamente a la cama. Y así fue discurriendo mi día a día con el desmaquillado hasta que descubrí la doble limpieza, que para mí es hoy por hoy la clave del éxito de cualquier tratamiento de belleza.
Aceites desmaquillantes: la clave para una limpieza de la piel en profundidad
Por mi trabajo tengo que ir maquillada a diario y además con productos que toleren bien el paso de las horas, ya que suelo empezar sobre las seis de la mañana y muchas noches no retiro los productos hasta pasadas las diez de la noche. Eso y que además vivo en una gran ciudad con toda la contaminación que eso conlleva, me hacían la víctima perfecta de todo tipo de imperfecciones y de un poro muy obstruido.
Aunque solía hacerme limpieza de cutis habitualmente, no conseguía erradicar los puntos negros y los indeseables granitos que tanto me desesperaban cada mañana. Decidida a investigar un poco sobre el asunto, leí mucho sobre el tema y sobre las distintas rutinas de limpieza facial diaria. Y pasado el tiempo y tras haber probado mucho, puedo deciros que para mí la clave es la doble limpieza que como ya habréis podido deducir se basa en un proceso en dos pasos para dejar una piel limpia y libre de impurezas.
Cada día al llegar a casa y si mis obligaciones sociales y laborales han terminado lo primero que hago es desmaquillarme.
Como suelo utilizar habitualmente maquillajes de larga duración y protección solar a diario, tengo que utilizar productos que me ayuden a eliminarlos de manera eficaz.
Después de un tiempo de utilizar cremas limpiadoras, me decanté por el agua micelar normalmente mezclada con aceite y aunque el resultado no era del todo malo, no terminaba de eliminar totalmente toda la suciedad. Me fui decantando por los limpiadores en aceite porque eran más respetuosos con la piel y dejaban al terminan una piel más jugosa e hidratada. Mi piel como ya os he comentado es mixta, por lo que en un principio la idea del aceite no me era nada atrayente ya que temía que me dejara brillos y una sensación grasa en la piel. Pero hoy puedo contaros que el resultado es totalmente el contrario. Su fácil aplicación, su efectividad y la sensación que me deja en el rostro hacen que para mí ahora mismo sea un imprescindible. Dentro de los aceites limpiadores hay una gran variedad, con soluciones adecuadas a cada tipo de piel, desde las más sensibles hasta las más grasas, pero con el mismo resultado, rostro limpio con una agradable sensación de hidratación.
Uno de mis aceites desmaquillantes favoritos es sin duda HY-OL de la marca Babor que habitualmente compro a través de la web www.embeautycenter.com, donde podéis encontrar este producto y otros de magnífica calidad como Cellcosmet o María Galland.
El HY-OL no sólo me tiene enganchada por su eficacia, sino también porque al estar elaborado con aceites naturales como la soja, el cacahuete o el sésamo, no sólo limpia en profundidad sino que también te deja una profunda sensación de comodidad en la piel. Cuando lo utilizo como primer paso para desmaquillarme, aplico una pequeña cantidad sobre la mano que caliento contra la otra y aplico directamente en el rostro. Eso sí no podéis olvidamos de trabajarlo bien, dando pequeños masajes para remover todo el maquillaje incluso el más potente. Cuando he terminado de hacer pequeños masajes, lo retiro todo o bien con una toalla humedecida en agua o directamente bajo el grifo con agua tibia. Ya veréis como os gusta el resultado, la piel aparece limpia y sin la tirantez habitual de otro tipo de productos más agresivos.
También es habitual que lo utilice en mi segundo paso de rutina de limpieza, la mayoría de las veces cuando ya estoy en la ducha. En esta segunda fase es para mí un acompañante totalmente necesario el Phytoactive en mi caso Sensitive de la misma marca. Tienen uno específico para cada tipo de piel, pero a mí sin duda el que mejor resultado me da es el de pieles sensibles. Como HY-OL está formulado con componentes naturales como flor de tilo, lúpulo, toronjil o agua de manzana. Los componentes variarán en función del específico que escojáis según vuestro tipo de piel. Está el Combination para pieles mixtas y grasas, el Reactivating para pieles que necesitan regeneración, el Base indicado para pieles secas y el Sensitive que es el que yo utilizo y que está especialmente indicado para pieles sensibles.
En esta segunda limpieza lo que hago es extender un par de aplicaciones del aceite sobre el rostro y masajearlo bien, a continuación cojo una pequeña cantidad del Phytoactive y lo aplico encima con un suave masaje y con las manos húmedas. Veréis como emulsiona en contacto con el agua y la agradable sensación que produce de manera inmediata. Después lo retiro directamente con agua y seco bien para no dejar ningún tipo de resto sobre la piel. Probadlo, os aseguro que os va a encantar. El resultado es una piel limpia y profundamente suave, pero que deja un rostro confortable e hidratado.
La limpiezas es la base de cualquier tratamiento de belleza, ya que si la piel no está totalmente limpia, nada que os podáis aplicar podrá penetrar lo suficiente porque la suciedad hará de muro para cualquier producto. Es por lo que os he comentado que es para mí la clave para el cuidado y tratamiento de la piel en profundidad.
Tras la doble limpieza aplico mi rutina de hidratación que muchos días incluye mis imprescindibles ácidos exfoliantes de los que hablaremos más extensamente otro día.
Y a vosotras ¿qué productos os funcionan para la limpieza de la piel?
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