La coca de llanda valenciana es una de las meriendas típicas de mi tierra. El olor que deja en la cocina mientras se hace en el horno, su textura, su sabor… es algo que me ha acompañado desde niña. Antes me encantaba la que hacía mi abuela y ahora es mi madre la que prácticamente todas las semanas hace una coca de llanda valenciana.
Conservarla es muy fácil. Primero, porque suele durar poco XD y segundo porque tapada con un trapo de algodón en un lugar seco y sin que le dé la luz directa del sol aguanta unos 4 o 5 días perfectamente.
Lo mejor de esta receta es que, además de deliciosa, es muy sana –si no te pasas con el azúcar– y se hace en un periquete. Y ¿sabes qué? Que pese a que no tiene nada especial, te aseguro que no probarás dos iguales. Creo que las manos de quien la elabora y el cariño le aportan un toque especial 😉
Coca de llanda valenciana
INGREDIENTES
- 2 Vasos de harina
- 1 Vaso de azúcar
- 1 Vaso de leche
- 1/2 Vaso de aceite
- 4 huevos
- 1 Sobre de levadura
- 1 Piel de limón
- Canela en polvo
MODO DE HACER
Lo primero que tenemos que hacer es precalentar el horno a unos 180ºC.
Después empezamos la receta de nuestra coca de llanda valenciana batiendo los huevos y el azúcar en un bol. En cuanto al azúcar, nosotros lo que hacemos es dividir el vaso. 3/4 partes van directas a la receta y 1/4 a espolvorearla por encima cuando ya está cocinada.
No obstante, normalmente solo usamos medio vaso e incluso la hacemos sin nada de azúcar. Así la podemos acompañar con un poco de miel, chocolate o mojarla en horchata. Ya sabes, cuanto menos azúcar para el cuerpo, mejor.
Una vez están bien batidos los huevos y el azúcar, añadimos la piel del limón rallada.
A continuación incorporamos en este orden el aceite, la leche y la harina sin dejar de mezclar. Lo puedes hacer a mano pero lo mejor para que no queden grumos es batir con algún utensilio de varillas. Así conseguirás una textura muy sedosa.
Preparamos el molde engrasándolo un poco con aceite y vertemos el contenido.
Lo realmente original es hacerlo sobre un molde de aluminio (“llanda” significa “lata” y de ahí viene su nombre) pero en casa nos gusta más usar vidrio, así que lo hacemos en el que ves en la foto.
Ahora sólo queda hornear nuestra coca unos 40 minutos. ¡Y listo!
Uno de los trucos para que quede bien esponjosa es taparla con papel de horno durante todo el proceso en el horno. Se trata sencillamente de dejar el papel sobre el molde sin hacer ningún pliegue para que deje escapar el calor pero no la seque.
También puedes usar el truco del palito para saber si ya está perfectamente cocinada. Cuando esté lista, sólo tienes que sacarla, espolvorear un poco de azúcar, canela en polvo al gusto y, si no te tienta demasiado y consigues resistirte, dejarla enfriar 😉
¿Qué te parece? Sencillo, ¿verdad? Pues espera a probarla.
Puedes añadirle pepitas de chocolate, frutos secos, trozos de fruta… o también puedes hacerla salada sin añadirle azúcar. No hará falta que eches ni una pizca de sal y queda deliciosa con sobrasada, o jamón y queso.
¡Ya me contarás!
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