Cuando los niños quieren elegir su ropa o Crónica de una muerte anunciada, podría haber sido el título de este post perfectamente.
Yo estaba preparada para que cuando fueran mayores discutiéramos por qué ropa se pone cada uno pero esto ha llegado mucho antes de lo que esperaba. Resulta que Jimena –¡Jimena!– ya quiere elegir su ropa por las mañanas y ¡tenemos cada pelotera!
Por suerte, para ir al colegio llevan uniforme y ahí no hay discusión posible, porque si no, ella iría disfrazada todos los días.
Por ahora se conforma y ella sola se pone el uniforme sin rechistar aunque temblando estoy que llegue el frío porque me las veré para que se ponga los leotardos verdes para niña sin rechistar. ¡mamá los rosas molan más!
Cuando los niños quieren elegir su ropa
Sin embargo, son los días que no hay clase los que cuesta más y a veces siento que se me acaban los recursos para conseguir que se ponga lo que yo quiero… ¡Y aún no tiene los cuatro años!
Porque vamos, fuera del horario lectivo ¡no hay manera de ponerle unos leotardos verdes! Está visto que los asocia con el cole y no los quiere. Y este no es todo el problema.
¿Cómo hacerle entender que a veces su criterio no es el apropiado? Porque ya no es cuestión de gustos ¡el otro día quería ponerse un vestido de lana para ir al parque!
¿Cómo llegar a un acuerdo?
Está claro que es bueno dejarles elegir su propia ropa porque es una forma de autoexpresarse y mostrar su individualidad. También les ayuda a hacerse responsables de su cuerpo y de su ropa, ya que si les gusta, tratarán de cuidarla más.
Además, se sentirán más contentos y seguros, igual que nos ocurre a las personas adultas.
Pero tenemos que poner límites cuando se vea comprometida su salud. Por ejemplo, si quieren ponerse un vestido de lana con un sol de justicia o salir en tirantes en invierno por ideal que sea el modelito 😉
Ahí no hay cesión que valga pero, en el resto de casos, os dejo algunos consejos que espero os hagan el trance más llevadero.
Algunos consejos:
- Darles sólo dos o tres alternativas para que elijan. Así acotaremos las posibilidades y evitaremos que la toma de decisión se eternice.
- Predicar con el ejemplo. Sí, a mi últimamente me funciona la técnica de poner la ropa que voy a vestir en la cama y disimuladamente contarle la buena elección que he hecho. «Mira Jimena que pantalones más cómodos para ir al parque a jugar ha elegido mamá, así no me hago daño en las rodillas».
- Tener básicos lisos a nuestro favor: Dependiendo de la época del año lo que he aprendido es que podemos tener como aliados aquellas prendas que no les gusta. En nuestro caso los pantalones y los leotardos por eso ahora que llega el frío tengo un problema con ella porque no puede ir ¡sin nada! El truco que me salva a mí como alternativa son los calcetines altos de algodón para niño.
- Respetar su gusto: Pues sí, dentro de nuestras posibilidades hay que dejarles que desarrollen su propia personalidad y si le gusta el brilli-brilli o llevar unas braguitas de spiderman pues ¡bienvenida sea su forma de ser!
De todas formas hay otro recurso a la desesperada que no voy a poner en el listado porque no intento usarlo –aunque a veces me ha venido de perlas– es que lo que quiere ponerse está sin lavar… Empieza a entender que eso es un inconveniente insalvable ese día y a veces se le olvida pero otras, es lo primero que pide por la mañana. Jajaja.
Y vosotros ¿Qué opciones usáis vosotros para dejarles elegir su propia ropa sin que os suponga un drama? ¡Dadme ideas, por favor!
Mi hija tiene 7 años y siempre había ido super mona vestida y a partir de este verano ha sido un desastre, 3 vestidos por estrenar, 3 pares de zapatos por estrenar y ropa de la anterior temporada por poner. Me decía que quería llevar ropa «rapera» , según ella pero quiere decir trapera, solo quiere mallas y camisetas viejas, cuando se le quedan pequeñas es cuando las quiere, toda apretada quiere ir, una pena para mi.
Suerte que lleva uniforma para el cole., ahora en salir del cole ya se esta cambiando para las extra escolares,, antes entre semana elegía ella y yo el finde, pero ahora ni eso.
Y el truco ese de dejar en la cama 2 combinaciones también lo he usado. Así, que este invierno poca ropa, mallas y sudaderas que tiene de Zara, una pena . Los lazos del pelo , ahí se quedaron también.