Este disfraz Sr. Fredicksen (protagonista de la película UP) fue mi primer disfraz DIY para mis hijos y es al que más cariño le guardo porque redimió mi autoestima después de una mala experiencia 😉
La primera vez que J se disfrazó en su guardería fue en Navidad. La temática era fácil: «cualquier motivo que nos recuerde que estamos en Navidad», indicaba la circular. Fantástico, pensé. Como J ha heredado tantas cosas recordé que una de las bolsas había aparecido un disfraz de Papá Noel. Así que elegimos reciclarlo y vestirle con él.
Superada la idea de mi falta de originalidad pensé que no era necesario gastarnos más dinero si teníamos uno. Además le quedaba perfecto. El disfraz no podía ser más sencillo: pantalón y casaca roja con extremos blancos, cinturón marrón con hebilla y el típico gorrito. ¡Un clásico!
La verdad es que cuando se lo enseñé a la familia no gustó mucho la calidad del tejido pero, vamos a ver, ¡Que es para la guarde! les repetía.
Así que el día señalado J engrosó el número de Papa «noeles» que entraban orgullosos por la puerta. Además ese día era doblemente emocionante ya que por primera vez los familiares podíamos acudir a clase a hacer una actividad con ellos y celebrar todos juntos la Navidad.
Pues bien, a la hora en punto allí estábamos con mi madre emocionados entrando a la guarde y buscando con la mirada a J entre todos los niños que sentaditos esperaban a sus familiares para enseñarles como «cantaban» un villancico…. entonces le vimos. ¡Pero!… ¿qué es eso?
Entre todos los niños perfectamente ataviados y con disfraces DIY dignos de miles de repines en Pinterest estaba mi hijo. Sonriendo y con un disfraz de Papá Noel que había evolucionado a una mopa. Indescriptible.
El tejido se había desgarrado y más que prendas parecían harapos. Además el poco o mucho polvo que había en la guardería había ido a parar a él y bolas de hilos, migas, pelusas, ect formaba diversas masas a lo largo de mi hijo. Y, por favor, no penséis que su profesora era una desalmada por no habérselas quitado es que no había manera de desprenderlas sin quedarse en la mano con pedazos enteros de tela roja. «Ha sido imposible adecentarle», nos dijo amablemente al entregarnos en brazos al niño.
Comprenderéis que el disfraz se fue directo a la basura y que desde ese día hasta finales de febrero (carnavales) estuve pensando en él y cómo iba a quedarme tranquila haciéndole a J un disfraz original, sencillo, barato y DIY. 😉
Os resumiré que el disfraz del Sr. Fredicksen fue el más comentado en la guarde y que hasta la cocinera nos pidió permiso para hacerse fotos con J.
Disfraz Sr. Fredricksen
Pinté la casa a mano alzada fijándome en la caratula de la película y sobre cartulina blanca plastificada. Como pinté ambas partes tan sólo hizo falta pegar las cintas de los globos de helio entre ambas caras e intentando que coincidieran por la chimenea.
Para el andador mi marido utilizó tubos y codos de tubería, papel de plata, cinta adhesiva negra, y tres pelotas de tenis.
Además imprimí la famosa chapa de «grape soda» para completar el look que, además de cómodo, era muy sencillo ya que lo hicimos con ropa de J. Tan sólo compramos la pajarita y las gafas sin cristales que fue lo que menos le duró.
Perdonad la calidad de las fotos pero por aquel entonces no era bloguera y no tengo fotos decentes del proceso 😉
¿Qué os ha parecido el Disfraz Sr. Fredricksen? Super sencillo ¿Verdad?
Por favor ahora decidme que también tenéis capítulos negros en la vida de los disfraces de vuestros hijos.
Hola. .. me siento muy identificada con lo q cuentas. A mi me paso algo parecido en la guarde de mi peke y para carnavales mi chikitilla queria ir disfrazada de peppa pig y todos los disfraces de esta cerdita costaban alrededor de 30€ y solo llevaba un gorrito con la carita de peppa y un jersey q con el abrigo encima ni se le veia así que decidi fabricarselo yo de tal manera q lo pudiera lucir incluso con el abrigo puesto. Este disfraz me llevo hacerlo tan solo un par de horas. Mi hija lo lucio por todo el desfile de carnaval orgullosa ante la mirada de todos los niños y papis que la señalaban sonriendo por la simpatía y originalidad del disfraz…. causo sensacion en todo el desfile jijiji y yo super orgullosa.
¡Pues claro! Seguro que iba ideal
Mi capítulo negro no es de un disfraz, pero sí relacionado con carnaval:
la temática iba sobre la huerta, y a los papis nos pidieron en la guardería llevar complementos hechos en casa para decorar el gimnasio. Después de darle vueltas y vueltas, y ver tutoriales y varias visitas a Pinterest, mi marido y yo decidimos hacer una regadera con un bote de jabón de la ropa (a mí me parecía monísima), y un cesto con zanahorias de fieltro cosidas a mano.
¿Pues cual fue mi sorpresa al llegar a la fiesta de carnaval? que había por lo menos 5 cestas más con zanahorias idénticas, y la regadera nunca llegué a verla por ningún sitio!
Que peso tan grande en la conciencia de golpe verdad? jeje
Ja ja ja ja ja Pinterest ha hecho mucho daño 😉
Me ha encantado! 😀
Madre mía cuando me llegue el momento a mí de hacerle los disfraces… >__<
Todo es echarle imaginación y mucho cariño 🙂
Qué mono, por favor!!! Te quedó quenial
Muchas gracias
¡¡¡Que chulada de disfraz!!! Me ha encantado.
Catástrofes sí que he tenido alguna, la verdad. Sobre todo tipo… se me ha olvidado que tenia que prepararle el disfraz y ahora a ver que le endiño. A mi el DIY no se me da demasiado bien, pero éxitos también hemos conseguido reutilizando cosas de otros disfraces. Recuerdo sobretodo un disfraz de marciano/robot/cosarara reciclado que a Marco le encantó. Jejejeje
Un besote. 🙂
Gracias Mariajo 🙂
[…] ya os contaré si triunfa más o menos que el que el Disfraz Sr. Fredricksen y que hizo que me redimiera de una pésima experiencia […]
Es una monada!! Pero me quedo con las ganas de ver el disfraz-mopa de Papá Noel, jajaja.
Ja ja ja ja Ese se tiró en cuanto pudimos 😉