El hijo de Bigfoot (Jeremy Degruson y Ben Stassen, 2018) se estrena hoy en cines de toda España aunque nosotros tuvimos el placer de verla hace unos días. Y digo placer porque nos encantó a toda la familia.
Parece que hoy en día sólo merece la pena ir al cine a ver películas de animación infantil con presupuestos desorbitados y grandes corporaciones detrás. Afortunadamente eso no es así y podemos encontrar cintas con mucho menos presupuesto pero que no tienen nada que envidiarles a las otras. Ése es el caso de El hijo de Bigfoot.
El hijo de Bigfoot
Adam es un chico de 13 años que no tiene mucha suerte en el instituto. Callado y tímido, aunque muy inteligente, se encuentra en el centro de algunas de las bromas de sus compañeros. «Es un poco extraño, ¿le has mirado el pelo?»
Efectivamente. Adam es distinto al resto y está experimentado unos cambios muy extraños en su cuerpo y en sus capacidades. ¿Qué le estará pasando?
Gracias a una casualidad todo tendrá respuesta y pronto se embarca en una audaz y épica búsqueda para descubrir el misterio que se esconde tras su padre desaparecido hace tiempo. Ya sabéis de quién se trata, ¿no? Efectivamente. ¡Ni más ni menos que el legendariamente conocido como Bigfoot!
Así empieza una historia llena de aventuras, tensión y muchas risas que hará que todos soltéis alguna carcajada en algún momento de la película. Acompañaréis a Adam, a su padre y a muchos amigos del bosque en su lucha contra la compañía HairCo, una gran corporación científica ansiosa por realizar experimentos con el ADN especial de Bigfoot.
Os dejo el tráiler para que vayáis abriendo boca.
Esta ambiciosa producción franco-belga, como os decía, no deja indiferente a nadie y estoy convencida de que os va a gustar.
Es una película de argumento rápido que se pasa en un periquete y que tiene gags realmente buenos.
Sólo hay un detalle que no me acabó de encajar. Hay dos mapaches que son marido y mujer que van a ser papás. Digamos que el papá mapache sólo quiere que salgan hijos varones y hay toda una serie de chascarrillos machistas que sinceramente para mí sobran.
No os quiero desvelar el final de la historia. Sólo os adelanto que parece que arreglan un poco el tema al final pero cayendo de nuevo en estereotipos puros y duros. ¿Acaso las chicas no somos fuertes y valientes? Yo, desde luego, no dudo ni un segundo de que sí lo somos y así quiero transmitírselo a mis hijos.
Salvo ese detalle, la película, como os he dicho, me gustó mucho. 🙂 Así que ya sabéis, si vais a ver El hijo de Bigfoot, contadme qué os ha parecido.
Enlaces de interés:
https://www.google.es/el-hijo-de-big-foot-cines
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