“Hijo mio, hay muchas cosas feas en el mundo, me gustaría que no las vieras, pero no es posible.” Esta frase demoledora pero real como la vida misma la oí por primera vez en mi película favorita «Matar a un ruiseñor» (basada en la novela de Harper Lee) y pensé cuánta verdad escondía, Pero claro luego fui madre y la entendí.
Ser madre me ha traído muchas cosas entre ellas el miedo. Incluso el miedo a cosas que ni siquiera sabía que podían causar miedo. Es, sencillamente el miedo de la maternidad. ¿Sabéis de qué hablo?
La primera vez que me di cuenta de este padecimiento fue cuando embarazada de J mi marido y yo disfrutábamos de una noche de sofá, manta y vino, sin alcohol en mi caso, y vimos un reportaje sobre zonas de marcha en España.
Como os podéis imaginar aquel reportaje no me mostró nada que yo ni hubiera visto con mis propios ojos en alguna ocasión : Excesos de alcohol, drogas, peleas, coches a toda velocidad…
«Sinceramente yo no he sido nunca famosa por mis excesos pero durante mi juventud me he emborrachado muchas veces y me lo he pasado pipa sin necesidad de hacer el gamba como esos chavales…», le decía a mi marido mientras veíamos el programa y entonces pasó… el miedo de la maternidad me entró para no irse jamás.
El miedo de la maternidad
Fue la primera vez en mi vida que me dí cuenta que mi hijo, aquel que estaba tan agustito en mi vientre, sería uno de esos chavales algún día. ¡¡¡Un momento!!! ¿¿Qué me pasa?? ¿Por qué tengo miedo?, pensé… Y aquello no había hecho más que empezar.
Ahora vivo con él desde hace más de cuatro años y tengo miedo al fracaso escolar, a la adolescencia, al sexo, al frikismo, al rechazo, al frío, al mareo, a la desilusión, al dolor de pies, a las drogas, al desamor, al odio… que sufran mis hijos, claro, no yo.
Pero si no lo padeceis aún no os preocupéis. Puede que nunca lo tengáis o como yo, no os dejéis engañar, cuanto más siento el miedo de la maternidad más fuerzas tengo para luchar y cantar Resistiré del Dúo Dinámico ¿Será doctor que sufro también de coraje de madre? 😉
[…] ¿Qué pasa con los niños si los padres mueren? ¿Quién se queda con la custodia de mis hijos? ¿Con quien vivirán? ¿Quién les acompañará a lo largo de su vida?… Nada fácil, lo sé. Pero hay que dejar al corazón de lado y dejar que la cabeza trabaje sola con toda la perspectiva que os permita manejar esta situación por muchos temores que os despierten. […]
Cuánta razón tienes. ..yo lo resumo en algo parecido al que la maternidad me ha dejado expuesta a la felicidad total…pero también al miedo más absoluto
También es verdad Belén 🙂 Un abrazo
Me consuela saber que no soy una exagerada…. Muchas de las cosas que has enumerado me quitan el sueño y eso que mis hijos tienen 3 años y 3 meses respectivamente. Pero no puedo evitarlo, veo peligros o amenazas en cualquier sitio… Ay, lo que me espera!!!
¡Claro que no! Como ves somos muchas 🙂 ¡lo superaremos!