Las familias Camomille son el último juego del que mis hijos disfrutan juntos y casi sin peleas. ¿He dicho casi verdad? No todo podía ser perfecto 😉

Recuerdo jugar muchísimo con mis hermanos cuando éramos pequeños pero las peleas las recuerdo de mayor así que entiendo que mis hijos ahora están acumulando recuerdos buenos entre ellos, al menos eso quiero pensar.

Por eso cuando encuentran un juguete que comparten y con el que sólo se dedican a jugar tengo que fomentar que jueguen y, por supuesto,  recomendarlo.

Las familias Camomille de Imaginarium

Las familias Camomille son unos tiernos animales muy dulces y suaves. En casa tenemos dos familias lo que en total suman 8 personajes: 2 papás y 2 mamás, 2 niñas y 2 bebés. (4 por núcleo familiar) Se venden por separado y podéis encontrar familias de búhos, pandas o ratoncitos, entre otros.

Todos vienen con su ropita y en nuestro caso viven juntos en la casa del árbol. La familia oso tiene  un negocio de comida a domicilio y para ello tienen un precioso food truck y la familia koala se dedica a «negocios de internet» ¿de dónde habrá sacado J esa idea? 😉

La verdad es que cada complemento del juego viene con un montón de detalles ideales. Algunos son minúsculos así que tenéis que tener cuidado si vuestros hijos son pequeños.

En mi caso jamás pensé que iban a ser tan delicados utilizando este juguete pero la verdad es que tienen muchísima paciencia en colocar todos los elementos y jugar con ellos. Eso sí, cuando acaban los recojo y los meto en un bote para tenerlos controlados.

Primero porque no quiero que acabe ninguno accidentalmente donde no toca y segundo porque me daría mucha pena que se perdieran ¡son tan ideales!

La casita del árbol viene con una cuna, una cama, una hamaca, una sombrilla, una mesa, unos bancos para sentarse y un juego de té.

Pero el rey de los detalles es el food truck que viene con más de 80 complementos. El lateral se abre y se convierte en una zona con mesa y taburetes donde los personajes se reúnen a comer y a charlar. Y en la otra parte hay un mostrador con toldo.

Tenéis pizza en porciones, hamburguesas, fruta, refrescos, pan, salsas, cazuelas, cestas, macetas…  ¡Mirad qué maravilla!

En el juego de mis hijos, como en la vida real,  los personajes se van a dormir temprano, trabajan, juegan, van al cole, se pelean… Una de las cosas que me resulta más curiosa es reconocer en su juego expresiones o gestos que usamos a diario con ellos. Cómo les reñimos, como les pedimos las cosas, como jugamos con ellos.

De hecho, el juego de imitación me parece una herramienta perfecta para observar en ellos como ven el mundo e incluso detectar algún problema.

En este artículo de La Vanguardia  varios expertos están de acuerdo a que a partir de los 3 -5 años jugar de esa manera es fundamental para que los niños desarrollen el pensamiento para resolver problemas mientras aumentan sus destrezas de comunicación.

Como habréis visto en algunas de las fotos también hemos confeccionados algunos complementos para nuestras familias Camomille.

Sólo hacen falta unas servilletas de papel ideales para hacer mini servilletas, manteles, ropa de cama e incluso un traje de baño. También usamos unos palitos de chocolate para hacer «churritos» para merendar.

Si queréis ver un poco más a los personajes y en movimiento hace unos días hicimos un vídeo súper divertido 😉  Podéis verlo aquí ¡nos lo pasamos todos pipa!

¿Verdad que las familias Camomille son ideales? Pues esperad a tenderlos en la mano ya veréis como son irresistibles y a los peques les van a encantar. Ya me contaréis.