Ice Age, el gran cataclismo (Mike Thurmeier y Galen T. Chui, 2016) es la quinta película de la saga que empezó en 2002 y que nos ha contado la historia y aventuras de Manny, su familia (Ellie y Melocotón) y amigos (Sid, Diego…)
Les hemos visto huir del deshielo, enfrentarse a piratas, enamorarse, tener hijos, encontrar mundos perdidos… pero ahora deben enfrentarse a una amenaza mucho más global y profética: evitar que un enorme meteorito colisione con la Tierra y acabe con todas las especies como ocurrió con los dinosaurios.
Lo primero que pensé al ver el tráiler hace semanas es que los creadores no podían estirar más la historia del deshielo y que habían decidido poner el broche final con un aventura diferente y que cerrara de manera divertida y espectacular el ciclo. Pues bien, no sólo me equivocaba en que probablemente es el final de la historia sino también en que iba a ser grandiosa.
Ice Age, el gran cataclismo
Como ya pasara en películas anteriores será la pequeña ardilla Scrat la causante de todos los males del planeta azul cuando, intentado esconder su bellota, encuentre un platillo volante con el que viajará al espacio y en donde liará un poco las cosas.
Esta es una de las partes que más me ha gustado. Aunque en ocasiones sean algo forzadas, sus meteduras de pata y ocurrencias siguen siendo píldoras de risas aseguradas, Pero claro, no pueden abusar de este personaje lo que es una lástima en esta película ya que, para mí, es casi lo único que merece la pena.
Y digo casi porque los únicos personajes que no pierden su esencia son Scrat y la Abuela.
Y es que parece que nos hemos acostumbrado a ver películas infantiles con giros cómicos y tramas geniales para adultos (La película de Snoop o Zootropólis) y claro, cuando nos encontramos con películas blancas como la pared sólo para niños parece que nos decepcionan.
Pero ¿esto significa que no la recomiendo? No exactamente. A mis hijos les resultó muy divertida, sobre todo a J y como os digo no creo que sea la última porque el final ( que no voy a desvelar 😉 ) se queda más que abierto para muchas historias.
Así como en las anteriores películas siempre nos presentaban personajes nuevos que complementaban la historia y ayudaban a los protagonistas a evolucionar en esta entrega no encontramos nada de eso. Los personajes nuevos apenas aportan trama y los viejos se pierden en una historia floja y muy forzada.
De hecho, además de intentar salvar la Tierra por todos los medios la únicas dos historias que encontramos con fuerza es la relación padre/hija de Manny y Melocotón y la ansiada búsqueda del amor de Sid. ¿Pero qué hay de nuevo en esto? Nada. Tanto la relación de unos como la búsqueda del otro ya han sido recurso narrativo en las anteriores y en esta tampoco es que aporten mucho más.
En cambio historias como la relación de Diego y Shira (los dientes de sables) o qué fue de Buck la alocada comadreja que vive abajo en el mundo perdido durante los años se pincelan pero sin mucha chicha así que entiendo que veremos mucho más de estos. personajes en entregas futuras.
No obstante, respecto a la animación más pura, la edición el brillante y es una gozada ver los colores, las texturas y los fondos de todas las secuencias.
Resumiendo Ice Age, el gran cataclismo es una película sin grandes pretensiones, con algún giro gracioso pero sobre todo pensada para que los más pequeños se rían un rato.
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