«¿Por qué mentir a tus hijos?» me preguntó una amiga el otro día en referencia a Los Reyes Magos. «No les estás haciendo ningún favor», sentenció.
En breve mis hijos estarán nerviosos por la visita de sus majestades los Reyes Magos de Oriente y tanto su padre como yo les ayudaremos a preparar el agua para los camellos, un tentempié delicioso para tan ilustre visita y nuestras zapatillas de andar por casa. Es decir, esperaremos ansiosos a que hagan su magia y nos dejen regalos.
Pero ¿es buena o mala esta tradición? ¿somos conscientes de que les estamos mintiendo?
Cuando era pequeña recuerdo estar buscando unos zapatos que me había pedido mi madre. Al no encontrarlos por ningún lado decidí mirar en el armario de su dormitorio (eran míos y no tenía ningún sentido pero yo era muy obediente 😉 ) Al abrirlo me llamó la atención una sábana que tapaba algo en la parte superior del armario.
Pues si, como seguro os estáis imaginando, no encontré los zapatos pero si parte de los regalos que mis hermanos y yo habíamos solicitado por carta semanas antes.
Recuerdo no decir nada y hacer como si no hubiera visto aquellos paquetes pero la mañana de Reyes, al comprobar que eran los mismos se lo dije a mis padres.
Ellos se decepcionaron por cómo me había enterado pero me convencieron de la necesidad de que les echara una mano con mis hermanos pequeños. Y así fue cómo acabó esta mini fase de niña dejando paso a una mini adulta.
Mentir a tus hijos en Navidad
Ahora que soy madre y mis hijos tienen edad de emocionarse con la navidad yo siento que vuelvo a ser niña al emocionarme con ellos ¿será esto cíclico?
La cuestión es que estoy convencida de que la ilusión que creamos a los niños con los Reyes Magos ( y por extensión Papá Noel, ratoncito Pérez, etc..) es positiva por muchas razones.
Eso si, creo que es importante diferenciar entre lo que pueden aportar los Reyes Magos a desarrollar su imaginación, ilusión y fantasía a utilizarlos para sobornarles por buen comportamiento. ¿O no?
¿A quien le suenan las siguientes frases? «Pórtate bien que los Reyes Magos te están viendo», «si no te portas bien los Reyes Magos vuelven y se llevan tus regalos»… ¿De verdad creemos que con este tipo de amenazas a largo plazo conseguiremos algo?
Y hablo en plural porque yo misma las he utilizado y entiendo cuando me preguntaba ¿por qué mentir a tus hijos?
Mi amiga, en cambio, prefiere hablarle a sus tres hijos sobre como los familiares se demuestran su cariño en navidad. Es decir que no son unos seres «mágicos» los que regalan a los niños sino tus propios familiares.
Incluso los niños les hacen regalos a los adultos. ¡Y sin gastarse dinero! Una carta, un dibujo, una canción, cualquier cosa es bien recibida si se hace desde el corazón.
Sinceramente visto así no me parece mala idea pero lo importante es que esta, como muchas otras, es una decisión familiar y como tal, se ha de respetar.
Y tú, ¿has elegido «mentir» a tus hijos?
En nuestra casa también hemos preferido explicar lo que hacemos, que nos hacemos regalos porque nos queremos y le explicamos quien le da cada cosa porque además vivimos lejos y pensamos que es una forma más de mantener el contacto. Y nada de por portarse bien. Nos queremos igual y punto. Y si, lo del chantaje de portarse bien… A mi me da urticaria y mucho dolor. Y más cuando lo de «portarse bien» a veces es muy subjetivo también…
Pues visto así, también me parece interesante decirles la verdad. Ahora bien… cómo haces para que lo que saben tus hijos no afecte a otros niños que sí «creen» en los reyes? Tu decides que no quieres mentirles… pero cómo les convences para que no desmonten el «tinglado» a los demás niños? Eso me parece más difícil.
En mi caso los regalos son una muestra de amor los damos y nos dan. Papá Noel o los Reyes Magos no existen pero representan el amor, la Navidad.
Cada familia escoge lo que mejor le funciona y nadie debería opinar sobre lo que hacen. Por que ni hay dos familias iguales.
Yo tengo sentimientos encontrados. Sé la ilusión que les hace ahora los regalos de los Reyes y la cara con qué les miran, y pienso en qué bonita en la ingenuidad del niño. Pero luego también recuerdo la DECEPCIÓN de cuando me enteré y como se fue la magia de la Navidad de golpe y porrazo.
¿Valió la pena la ilusión de los años anteriores por la sensación de sentirme engañada por mis propios padres?
A veces pienso … cuando mi hija mayor se entere, la va a liar. Tendré que estudiar como decírselo.
El dia de Reyes es uno de los mejores recuerdos que yo tengo de mi niñez y por tanto también de mi vida. No conozco a ninguna persona que haya desarrollado un trauma por esa tradición. Deseo que mi hija tenga también, al igual que yo tuve, la oportunidad de vivir esa «magia» como yo , hasta que comencé, bastante precozmente, a preguntar demasiado y me lo tuvieron que explicar. Ahí todo cuadraba pero viví con igual ilusión los reyes
de mi hermana pequeña y me sentia mayor y feliz de verla a ella tan emocionada. Es una tradición, no es una mentira, y para quien sea creyente, esta basada en el nuevo testamento. La explicación a los peques es fácil.
A todos aquellos que se regalan en Navidad porque sí, me parece totalmente lícito y cada uno hace en su casa lo que quiere.