Manchar la ropa es, por lo general, uno de los deportes favoritos de los niños. Al menos mis hijos lo practican a diario y tienen ya un nivel como para ganar un campeonato.

Ellos no le hacen feos a ningún tipo de prenda y da igual si llevan uniforme, chándal o nos vamos de boda… Es ver una mínima posibilidad de mancharse y ¡Zas! mancha al canto. Y claro, como os debéis estar imaginando, si la mancha es de chocolate, tomate, aceitosa o tierra la puntuación es mayor.

Que conste que yo les dejo libertad de movimiento y no suelo coartarles por lo que lleven puesto pero si que es verdad que me acuerdo de toda su familia cuando veo que alguna mancha persiste y afea la ropa.
Por eso, cuando leí que las prendas de Nené Canela se caracterizaban por estar confeccionadas en tejidos lavables y de secado fácil decidí que… ¡Tenía que probarlas!

Como se trata de una marca de moda infantil para niñas hasta 16 años Jimena fue la afortunada de tener un jesusito de tela vaquera en tono azul pastel y cuyo talle bajo y falda de vuelo, decidme que no, le queda de escándalo.

Cuando estaba viendo la web de Nené Canela no me podía creer que sus diseños tan coquetos podían usarse a diario ya que, además de una cuestión de gustos personales, me parecía increíble poder llevar al parque a Jimena sin la típica «ropaparque» y sin el temor de que el vestido acabara molido en una hora. Me equivocaba.

No sólo ha resistido una jornada de domingo con parque y comida en la playa sino que ha resistido más de cuatro días de toboganes, carreras, meriendas y sus respectivas lavadas y ¡Está como nuevo!

Si os soy sincera a mi me gusta más para ponérselo en ocasiones especiales porque no es mi estilo vestir así a la niña de diario pero si quisiera ya sé que podría ponérselo cualquier días sin miedo a estropearlo o ensuciarlo.

Pero sinceramente creo que no tener que esperar a momentos especiales para poder disfrutar, día a día, de los looks que compramos a nuestros hijos es un concepto revolucionario.

Además un detalle que me pareció fantástico, y que al menos a mi me conquistó, es que el vestido vino acompañado de retales de la misma tela para completar el look de Jimena con cualquier complemento que quisiera hacerle.

En un principio pensé en hacerle un collar DIY que ví en Pinterest pero luego me decanté por hacerle un gran lazo para la cabeza y dos pequeños para los zapatos.

Igual pensáis que el lazo de la cabeza es demasiado grande pero con mi obsesión con el pelo rizado de mi hija me moría por hacerle un «moñete» y plantarle ese pedazo de lazo ¡Me encantó el resultado!

Si veis que están de revista es porque al final tuve que pedirle ayuda a Angelita, una amiga de mi madre que cose como los ángeles, porque mis lazos eran un poco desastre. ¡Anda que no se nota la diferencia! Pero tranquilas que mi amor propio se ha visto amenazado y voy a buscar tutoriales para hacer lazos decentes 😉

Así que contadme ¿Vestimos a las peques guapas para cualquier ocasión sin miedo a que se estropee la ropa? Yo desde luego con este jesusito y sus complemetos si 🙂