Si hay un embutido por excelencia que gusta a todos y en todas sus versiones, esa es, sin duda, la mortadela. Mortadela viene del italiano mortadellla y se trata de un embutido elaborado con carne de cerdo muy picada. Es originaria de la ciudad italiana de Bolonia, aunque es una especialidad de la cocina italiana, la mortadela ha ido transformándose dando pie a diferentes tipos.
Entre sus variantes están la mortadela de especias, la mortadela de pimienta en grano, la mortadela con pistacho, con nuez moscada, con ajo, con pimiento rojo y, la más deseada, con aceitunas. La marca Campofrío cuenta con numerosas alternativas de calidad para hacer de tus platos auténticos manjares.
La mortadela, un manjar para todos los gustos
Existen diferentes variantes de mortadela, como hemos comentado. Al estilo Bolonia también es muy apreciada. Otro ejemplo es la de Amatrice elaborada en los Apeninos y que tiene un sabor ahumado muy característico.
Si hablamos de otros países en los que exista este tipo de embutido tan apreciado, en Estados Unidos existe una salchicha similar a la que llaman Bolonia, en Irán se elabora con carne de cordero y en Latino América es muy popular en países en los que existe una clara ascendencia procedente de Italia.
En España y Portugal es muy típica la mortadela de aceitunas y son perfectas para los bocadillos a cualquier hora del día, además los beneficios de comer aceitunas son muchos, por lo que es una variedad perfecta. En este post te vamos a contar algunas recetas en las que incluir la mortadela y dar a tus platos un toque diferente y lleno de sabor.
1. Envueltos de mortadela boloñesa
Se trata de una receta muy fácil y que tiene los siguientes ingredientes: 6 lonchas de mortadela boloñesa de Campofrío, 6 lonchas de queso havarti, 300 gramos de champiñones, 100 ml de vino blanco, 3 dientes de ajo, perejil, sal, pimienta y sal.
Lo primero que tienes que hacer, al comprar en la charcutería la rodajas de mortadela, es pedir que las corten gruesas. Si las tienes finas, opta por poner 2-3 lonchas para que los rollitos tengan mejor cuerpo. Por otra parte, limpia y corta los champiñones en láminas y corta, también, los ajos.
En una sartén pon un chorrito de aceite de oliva y añade el ajo hasta que se dore, en ese momento, añade los champiñones y el perejil y deja cocinar unos 5 minutos. Salpimenta y añade el vino. Espera a que todo se cocine y el alcohol del vino se evapore.
Coge la mortadela y colócala en una fuente de horno, añádele una cucharada de champiñones y una loncha de queso, una vez esté todo, enróllalo y cierra con hilo de cocinar para que no se abra. Precalienta el horno a 180ºC y hornea unos 5 minutos. Si los sirves calientes están mucho más buenos. Puedes acompañarlo de unas patatas fritas o de una verdura.
2. Rosas de mortadela
Se trata de un plato muy vistoso para una cena especial. Un aperitivo perfecto, rápido y para el que solo necesitarás una buena mortadela de Campofrío y una masa de hojaldre.
Corta la masa de pizza u hojaldre en tiras, coloca 3-4 semicírculos de mortadela sobre la masa, enróllala de una punta a otra, entre la mortadela y la masa de pizza parecerá que formas una flor. Hornéalas durante 15 minutos a unos 180ºC y listo para comer. Si le añades un poco de salsa, mayonesa o queso rallado tendrá más gusto y jugosidad.
3. Mortadelas dobles
Otro plato rápido de preparar y lleno de sabor. Los ingredientes que necesitarás son: Rodajas gordas de mortadela, pan rallado, huevo, aceite y queso para gratinar.
En primer lugar, coge dos lonchas y haz una especie de sándwich con queso en medio. Pasa ese sándwich por huevo y pan rallado y fríelo en aceite de oliva virgen extra. Una idea para una cena rápida y diferente.
4. Crema de mortadela italiana
Los ingredientes que necesitas son: 250 gramos de mortadela de Campofrío, 1 brick de 200 ml de nata líquida para cocinar, 3 cucharadas de queso parmesano rallado y 150 gramos de nata para montar.
El paté perfecto para untar y disfrutar de un aperitivo diferente en casa. También es una receta perfecta para tomar en bocadillo o sándwich, solo te llevará unos minutos prepararla. El primer paso que tienes que hacer es coger el vaso de la batidora y añadir la mortadela troceada, la nata y el queso rallado. Se tritura todo bien y, cuando tenga la consistencia de una crema, se pasa a un bol y se añade la nata montada con movimientos suaves para evitar que la nata se desmonte. De este modo, con la nata montada, haremos como una mousse muy espumosa y sabrosa. Es recomendable prepararla y dejarla unas horas en el frigorífico para que coja consistencia.
Porque la mortadela es tan versátil que se puede comer de mil maneras.
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