¿Cómo es posible que no dejemos las playas limpias? Sabéis, porque ya lo he comentado en alguna ocasión, que he sido scout más de 10 años y siempre nos decían que teníamos que dejar el lugar donde acampábamos mejor que como nos lo habíamos encontrado.
Por eso, esta idea la tengo súper integrada en mi vida y así se la enseño también a mis hijos allá donde vamos. Nosotros siempre recogemos todos los residuos que generamos en la playa, en la montaña o allá donde estemos y, aunque parezca mentira, no todo el mundo lo hace.
¿Soy la única que acaba con los bolsillos o el bolso lleno de envases, papelitos…? Estoy segura de que somos muchas. Así, educamos con el ejemplo –que es el mejor sistema educativo que hay– y estamos dándole una lección muy valiosa a los niños. ¿Por qué no lo hace todo el mundo? ¡¡No lo entiendo!!
Conserva las playas limpias: Llévate tu basura a casa
No os voy a descubrir nada nuevo porque existen desde hace muchos años distintas campañas de concienciación de, dicho a lo burro –y siento el lenguaje pero me cabrea el tema–, por qué no hay que dejar mierda en la playa o en la montaña.
Mirad esta imagen sobre las especies más peligrosas en los mares y océanos… realizada por la Agencia Catalana del agua y Medio Ambiente de la Generalitat de Catalunya. ¿Sorprendidos? Todos derivan de la acción humana y en nuestra mano está reducir su presencia en el mar.
Entonces, siendo conscientes de lo importante que es esta pequeña acción para dejas las playas limpias y pasar sin dejar huella, ¿cómo hacer que sea fácil recoger la basura cuando salimos a la naturaleza?
Os comparto los trucos que usamos en casa para que no se quede nada de basura donde no debe haberla y acabe cada tipo de residuo en el contenedor que le corresponde.
Preparar siempre una bolsa de basura (o varias)
Todo aquello que no se come, aunque sea comida, vuelve a casa con nosotros, también las pieles del melón o los restos de pan… No forman parte de ese hábitat natural y, por lo tanto, pueden alterar la biodiversidad de la zona.
Para estos restos orgánicos el mejor recurso es utilizar una bolsa con cierre sellado (de las de zip) que es importantísimo que incluyamos al preparar la bolsa de comida.
Prepararemos siempre una o varias bolsas de basura, según queramos separar los residuos en el momento o luego en casa o en los contenedores que suelen ubicarse en las salidas de los parques naturales.
Recoger la basura tirada
Como decimos, todos los residuos que generemos, nos los traemos a casa y, ya que estamos, si encontramos algo fuera de lugar, pues no está de más recogerlo también para mantener las playas limpias.
¿Sabéis que una lata de aluminio tarda en degradarse entre 10 y 100 años? ¿Y que para que una botella de plástico desaparezca por completo hace falta que pasen al menos 450 años? Mira cuánto tardan otros desperdicios, como las bolsas de plástico, en el portal Ecoticias.
No os digo que tengáis que hacer una batida ex profeso –que también hay jornadas de limpieza de parajes naturales– pero si justo donde estáis hay una botella o una lata tirada, pues a la bolsa de plásticos y una menos en la playa.
Colillas, ni una
Si sois de los que aún fumáis, es responsabilidad vuestra no molestar a nadie con el humo y, además, recoger las colillas. Siempre, siempre, siempre tenéis que aseguraros de apagarlas bien y ¡nada de enterrarlas en la arena! Así es imposible mantener las playas limpias.
Planificar las comidas
Si planeamos un picnic o un almuerzo en la playa o en una excursión, usamos botellas de cristal reutilizables para el agua, recipientes con tapa para las galletas y papel de alimentos ecológico de más de un uso.
En otros productos, especialmente los que compramos, seguro que os habéis fijado en que la mayoría de alimentos vienen recubiertos en plástico de forma exagerada. Cuantos más dejemos en casa, mejor, porque así no cargamos peso extra ni plástico sobrante innecesario.
Por ejemplo, si compramos un pack de zumos o batidos que viene recubierto de un plástico, los soltamos antes de salir de casa en lugar de ponerlos unidos por ese plástico en la mochila.
Lavar cacharros
Si tenemos que lavar algún utensilio de cocina que hayamos utilizado (una navaja, un plato, un vaso…), siempre sin jabón, solo con agua, y alejados al menos 50 metros de cualquier curso de agua para no contaminarla.
Podemos ayudarnos de una servilleta o un trapo para limpiar bien los platos o cubiertos.
Higiene personal
Ni en el monte ni en la playa existen árboles de papel higiénico… es decir, que no son propios de la zona. Por eso, en caso de usarlo, también debemos recoger el trozo que usemos y tirarlo al contenedor general.
Si necesitamos hacer deposiciones –me refiero en la montaña, claro; nunca en la playa–, haremos un agujero profundo y lo taparemos pero el papel higiénico no se entierra. Mucho menos se deja por ahí tirado porque menudo escenario llegar a una zona y encontrarla así, ¿no os parece?
Los profesionales de la montaña llevan bolsas con una aspirina triturada, con un puñado de cal o con arena de gato para recoger el papel usado y mitigar los olores que puedan emitir.
Ya sabéis, la clave es dejar la playa más limpia de lo que estaba cuando llegastéis porque la naturaleza no necesita nuestra basura.
El planeta es la única herencia universal para las nuevas generaciones ¡Cuidémoslo!
¿Algún consejo más para cuidar del planeta?
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