Nos vamos a la playa y tenemos que elegir qué nos llevamos porque, si por los niños fuera, haríamos una mudanza completa y a eso no estoy dispuesta. XD
Nosotros nos mudamos a la casa de la playa pero si vais a ir al extranjero, no esperéis al último minuto para preparar la documentación de los niños. Tampoco os durmáis en los laureles con la maleta, que prepararla tiene su miga.
Así que ya he empezado a pensar una lista de imprescindibles que no pueden faltar para las vacaciones y, como siempre, algunos artículos nuevos que he descubierto y que me parecen la pera limonera.
Preparar el verano: nuestros imprescindibles
Para el viaje, además de los trastos que ya llevan en el coche por defecto, me propongo convencerles de que lo más guay son los monitos Fingerlings, que ocupan poco.
Lo primero es hacer la limpieza inicial después de tener la casa cerrada todo el invierno. Suerte de la aspiradora Bissell que ya tenemos allí y que aspira, friega y seca a la vez. La verdad es que en muy poco tiempo se queda todo perfecto.
Desde casa llevaremos el protector solar porque en Valencia, por supuesto, ya lo estamos usando: repetimos con el roll-on de Nivea, que fue un éxito para conseguir que se pusieran crema solar sin lloros.
Con la alergia al sol de Juan, además añadimos al kit completo de protección solar gafas de sol y ropa específica para la playa. Y para jugar en la arena, tenemos los mejores juguetes para la playa que he visto nunca.
Como mis hijos ya empiezan a pelear con qué ropa ponerse, he decidido que voy a pactar con ellos qué se llevan. Yo asignaré un número de prendas por cada uno de ellos (para tener recambios suficientes de todo y no solo faldas o chanclas, por ejemplo) y les dejaré elegir las prendas que quieren.
Me he prometido a mí misma hacer la vista gorda si no combinan mucho para que realmente sea su decisión… Salvo los zuecos suecos, que en eso no va a haber negociación. 😉 ¡Veremos cómo va el experimento!
Con lo que no voy a dar opción, es con las actividades para esos ratos en que comiencen a decir Mami, me aburro. Suele ocurrir cuando estamos en casa, así que es un momento de actividades tranquilas como los mandalas de Rubio o los juegos de mesa con los que no hemos dejado de jugar este año.
También pondré en la bolsa de actividades los Emotiblocks. Hay que aprovechar que todos tenemos más tiempo y estamos más relajados para trabajar las emociones con los peques y también –por qué no– las de los mayores.
Como novedad, quiero hacerme con estos juguetes de madera que me han flipado: una cuerda de saltar tradicional –¡¿os acordáis de cuándo fue la última vez que jugasteis a saltar a la comba?!– y un cloc-cloc.
El cloc-cloc (yo no le llamaba así, la verdad) es un palo con una especie de cubo en lo alto y una cuerda con una bolita al final que hay que colar en el cubo. Ya sabéis que cuanto menos haga el juguete, más harán los niños y su imaginación.
Por último, para la hora de dormir, nos llevamos los cuentos de De mayor quiero ser feliz, más dos títulos que les dejaré escoger a cada uno. Si os gusta leerles cuentos en inglés, os recomiendo los de Mobaby.
Creo que con esto tenemos todo para pasar el verano. ¿Cómo os preparáis vosotros para las vacaciones en chalets o casas de playa o montaña?
Maravillosa recomendación de los cuentos y bonito acercamiento a juguetes tradicionales como la cuerda!
Gran post.
Un saludo!