Le tengo pavor a los deberes. Y no precisamente a los míos, aunque si cierro los ojos puedo hacer un pase perfecto de todos mis veranos castigada, sino a los de mis hijos. Ellos aún son pequeños y por ahora sólo repasamos alguna cosa durante sus vacaciones pero ¡Ay amigos! Eso durará muy poco.
De hecho, ya nos han advertido que J es un poco vago y que debemos lograr que se centre en clase porque no acaba las tareas muchas veces a tiempo así que me veo con deberes de horas durante la semana pero ¿Es eso necesario? ¿Deben los niños seguir haciendo tareas después de todo el día en el colegio? Y los padres, ¿Tenemos que sacrificarnos ( si, es justo el verbo que buscaba) para que nuestros hijos lleguen al supuesto nivel que les exigen?
Contestéis lo que contestéis lo que está claro es que si tomamos la decisión de elegir colegio fue con todas las consecuencias y eso incluía el tema de los deberes.
Pese a que hay mucha controversia al respecto lo que está claro es que en España estamos a la cola de Europa en resultados académicos mientras que somos de los países con jornadas escolares más largas y que más cargamos de trabajos a los niños. ¿Qué está fallando entonces?
Hace tiempo leí un artículo muy interesante que hablaba sobre las ventajas e inconvenientes de las tareas fuera del horario escolar y en donde dos expertas con opiniones contrarias opinaban.
No obstante, quiero pensar que como en todo existe un término medio y que deberían ser mesurados con la cantidad de ejercicios que les mandan o, al menos, hacerlo de forma divertida, libre y motivadora.
De esa manera hay maestros que así lo hacen y que intentan en su día a día que los niños crezcan como personitas curiosas y con ganas de devorar conocimientos y no como máquinas perfectas de repetición.
La siguiente carta no es una lista de deberes, no, son de quereres los no deberes que los profesores deberían mandar a los alumnos y la ha elaborado mi prima Marta y su compañera Zaira profesoras de 2º y 3º de primaria de un colegio de Valencia,
Yo no sé vosotros pero a mi esta forma de mandarle no deberes a los niños me gustan mucho más y creo que deberían ser imitados por algunos. ¿Qué os parece?
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