Las rosquilletas de chocolate son un clásico de mi infancia. Recuerdo perfectamente venir a Valencia a visitar a mis abuelos – por aquel entonces vivíamos en Madrid – y saber que en la despensa, metido en un saquito de hilo, estarían las ansiadas rosquilletas que acompañaríamos con un trozo de chocolate artesanal.
Ahora la cosa se ha modernizado y en el mercado podemos encontrar de forma sencilla rosquilletas de chocolate hechas con el mismo cariño y la misma calidad. ¿Es tu caso? Si es así te voy a contar como «mejorar» esta merienda tradicional aportándole un toque más dulce y crujiente que va a volver loco hasta al menos goloso, ya verás.
Rosquilletas de chocolate receta crujiente mejorada
INGREDIENTES
- 1 paquete de rosquilletas de chocolate.
- Avellanas.
- Chocolate blanco para fundir
MODO DE HACER
Lo primero que tenemos que hacer es derretir el chocolate blanco. Una forma muy sencilla de hacerlo es al baño maría pero también puedes derretirlo en el microondas dándole un golpe de calor. Mientras se derrite deberás machacar las avellanas.
Ten en cuenta que puedes usar avellanas tostadas naturales o tostadas pero que no contengan ni sal ni azúcar añadido. Para machacarlas puedes usar un robot de cocina o un mortero de toda la vida.
Si no tienes ninguna de las dos cosas prueba a ponerlas en un plato, taparlas con un trapo limpio de algodón y aplastarlas con ayuda de un objeto contundente tipo mazo o tarro. Ten cuidado y no hagas mucha fuerza porque no es necesario.
Además, no pasa nada si queda un trocito más grande, de hecho ¡a mi me gusta más! Así que es cuestión de gustos.
Cuando esté preparado el chocolate blanco y las avellanas lo mezclaremos reservando un poco de chocolate blanco.
No te preocupes si se solidifica la mezcla porque tardes mucho, siempre podrás darle un poco más de calor. También te advierto que se puede quedar un poco «grumosa» pero no pasa nada porque cuando se enfríe quedará perfecta.
Pon la mezcla entre dos rosquilletas de chocolate, tal y como aparece en la foto (una encima de la otra unidas por la parte más plana) y colócalas en un plato o bandeja.
Es el momento de cubrirla de chocolate.
Para ello vierte el chocolate blanco por encima. Si sobra solo tienes que cambiar las rosquilletas de plato cuidadosamente y volver a cubrirlas con el chocolate que sobró. No es una técnica muy depurada pero así desperdiciarás poco choco.
Para finalizar mete tus obras de arte en la nevera y espera un par de horas a que se enfríen. Ummmmm ¿te imaginas lo riquísimas que estarán?
Es una DELICIA.
Y tú ¿encuentras rosquilletas fácilmente en tu tierra?
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