El Emperador y sus Locuras (Mark Dindal 2000) es el clásico nº 40 de Walt Disney Animation Studios y, para mi, una de las películas más divertidas que han creado.

Irreverente, egoísta, extravagante, descarado… Así es Kuzco un joven emperador lleno de poder y a quien, evidentemente, nadie soporta por su actitud y forma de ver la vida. Su vida, claro, porque la del resto de personas que le rodean sólo tiene valor si a él le sirven para algo.

Pero pronto aprenderá que el verdadero poder está en la amistad y el cariño ¿Cómo? Pues a través de una aventura alucinante llena de traiciones, peligros y mucho, mucho humor.

Totalmente diferente a nada creado anteriormente Disney nos sorprendía con Kuzco: el protagonista anti protagonista.

No es bueno, ni valiente, ni lucha por una injusticia ¡Al contrario! Sólo piensa en él y en conseguir lo que quiere aunque para ello tenga que pisotear, literalmente, a quien se le ponga por medio. Pero no os preocupareis porque tendrá un final feliz y con moraleja 🙂

Otra de las características que hacen a esta pieza distinta es que no existe un personaje femenino* que haga enloquecer de amor al protagonista. No, Kuzco estará acompañado de Pacha, jefe de una aldea a la que Kuzco quiere convertir en su residencia de verano.

Nota*:  Cierto es que luego Disney crearía la serie para televisión «Kuzco, un emperador en el cole» donde sí aparece Malina una compañera que hará suspirar de amor al monarca.

Además sólo con ver las imágenes podréis observar la originalidad  de los personajes y cuyos dibujos son muy peculiares. Inspirada en alguna cultura indefinida entre los mayas y los aztecas Disney les dotó de rasgos sencillos pero casi caricaturescos y les llenó de color. ¡Mucho color!

Y de los personajes seguimos hablando porque en esta película no hay desperdicio. Todos son en parte protagonistas y tienen una personalidad muy definida. Mención especial a Irma y Kronk, los malos de la películas, cuya relación está cargada de sarcasmo y cuya unión es más que amarga y dulce a la vez.

Aunque sin duda para mi lo mejor de la película es el sentido del humor que irradia por los cuatro costados 😉 Y es que El emperador y sus locuras es ¡Súper divertida! No sólo para los niños que se partirán de risa con las situaciones de locura a las que se enfrentarán los personajes, para los adultos hay miles de guiños que estoy segura que os harán soltar, al menos, una carcajada.

Qué me decís… ¿Os animáis a verla con los peques? De verdad que no os defraudará.